En el mundo en el que vivimos hoy en día, es muy importante el estar formado correctamente, pero sobre todo continuamente.

Como dice el escrito francés Gustave Flaubert “La vie doit être une éducation incessante; il faut tout apprendre, depuis parler jusqu’à mourir» (La vida debe ser una continua educación; hay que aprenderlo todo, desde hablar hasta morir), por tal motivo nunca debe uno pensar que al finalizar nuestros estudios, estamos listos y que lo sabemos todo. Porque en realidad, ese sería el principio de nuestra ignorancia.

Nunca se sabe demasiado. La vida es una continua formación en todos los aspectos y solo permanecen ahí arriba, los que sin parar tienen inquietud, curiosidad, siguen aprendiendo y formándose.

Hoy en día, cuando te presentas a una entrevista de trabajo, te das cuenta de que no estás solo en esa sala de reunión, que hay cien personas más allí contigo, como tú, optando a ese puesto de trabajo, todos iguales a ti, como los mismos estudios, procedente de la misma universidad. Todos clones. Pero entonces, ¿qué hará inclinar la balanza a tu favor? ¿la suerte? ¿un buen enchufe? O bien ¿¿¿destacarás sobre los demás por tener algo que te haga ser diferente???

Pero si por lo contrario, tienes la suerte de tener un empleo, yo te diría que nuestra obligación moral y personal es continuar a formarnos, no solo para rendir mejor o más sino por seguir pensando que siempre se puede aprender algo nuevo, algo diferente, que nunca se sabe de más y que siempre puede servirnos para algo.

Estancarse es una forma de morir intelectualmente. Puede sonar duro pero realmente creo que es así. ¿Cuántas veces has ido a una tienda o un negocio, y has preguntado por algo novedoso, que acaba de salir o bien que a veces incluso, lleva ya en el mercado meses y te han mirado poniendo los ojos en blanco, y te han contestado que no saben de lo que hablas?

Al salir de ahí, ¿qué sentiste? ¿Qué pensaste?

Pues si realmente crees que las personas que te contestaron así, están desfasadas, haz un simple ejercicio personal, mírate y hazte una pequeña pregunta y di sinceramente cuando ha sido la última vez que has sentido curiosidad por algo y has decidido aprenderlo, o bien formarte.

A veces, uno piensa que es una pérdida de tiempo, que se está demasiado ocupado, que está cansado y, de todas formas, ¿para qué diablos puede a mi servirme aprender a estas alturas de mi vida algo nuevo? Pero …. Crees que están en lo cierto ¿?

Tanto a nivel profesional como a nivel personal, la formación es algo crucial. El simple hecho de no quedarse en una tranquila y cómoda zona de confort y aventurarse, arriesgarse a formarse, a aprender algo nuevo, nos hace activarnos, y de paso nuestras neuronas víctimas de un constante y masivo atropellado televisivo, te lo agradecerán, sintiéndose de nuevo vivas.

Pero cierto es que antes de decidirte por algo, deber estar seguro de dos cosas:

  1. ¿Realmente me gusta? ¿Me interesa?
  2. ¿Lo podré poner en prácticas?

No te lances a lo loco, analiza y cuando lo tengas claro, hazlo. Afortunadamente hoy en día, todos tenemos a nuestro alcance, empresas o centros de formación donde informarnos y apuntarnos a cursos ya sean presenciales, on line, gratis o de pago.

Pero no lo dejes para más tarde, para cuando tengas tiempo, para cuando tengas ganas o lo que sea, porque el tiempo pasa, la vida es corta y las oportunidades se pasan al vuelo, el tren muchas veces no se para dos veces en una misma estación, y puedes perder una valiosa posibilidad de ascenso laboral, porque como dice Gustave Flaubert “Lo mejor de la vida se pasa diciendo “es demasiado pronto” y después “es demasiado tarde””.

Así que ya sabes, ¡nunca dejes de formarte!

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies.     ACEPTAR